miércoles, 3 de agosto de 2011

Buenaventura Correoso

Buenaventura Correoso

Precursor del proyecto de nación

Marco A. Gandásegui, hijo

Hoy 14 de julio de 2011 le rendimos homenaje a Buenaventura Correoso, gran político y militar panameño del siglo XIX, con motivo del 180 aniversario de su nacimiento. En 2011 también se conmemora el primer centenario de su fallecimiento. Para la mayoría de los panameños la figura de Correoso es desconocida. Aparece en una espesa neblina histórica creada por sus detractores. Sus contribuciones a la construcción de la identidad nacional se encuentran bajo un velo de misterio. No es casualidad que para los panameños la totalidad del siglo XIX se encuentra sumergida en un olvido casi total.

La historia que conocemos del siglo XIX es presidida por las maniobras de las elites comerciales que buscaban más autonomía y libertad para sus negocios. Mariano Arosemena lo planteó claramente en 1821 en el marco de la independencia de España. Justo Arosemena lo proclamó en 1855 en su concepción y realización del Estado Federal. José Agustín Arango lo sintetizó en 1903 al surgir la República. Entender esa realidad y los movimientos sociales que lo caracterizaban es una tarea urgente para poder emprender el camino que se nos abre en el siglo XXI.

La historia de Panamá no se puede reducir a las manifestaciones de un grupo muy pequeño de comerciantes que han utilizado la posición geográfica privilegiada del Istmo para su beneficio exclusivo. Lo actuado por este grupo se desarrolla en un contexto social mucho más amplio y rico.

Una clave para esclarecer los acontecimientos del siglo XIX y su significado para nuestro futuro es precisamente el pensamiento de Buenaventura Correoso. Fue un hombre comprometido con su tiempo y las alternativas que se les presentaban a los panameños. Se destacó en los campos de batalla enarbolando los ideales más radicales del liberalismo decimonónico. Al mismo tiempo, ocupó las posiciones políticas más importantes del Estado federal, incluso la Presidencia en tres ocasiones.

A diferencia de la historia mercantilista que prevalece sobre el siglo XIX istmeño, una lectura de la trayectoria de Correoso refleja otro relato. Es la historia de las aspiraciones más sentidas del pueblo panameño y que son reflejadas en sus luchas a lo largo de ese siglo. Historia que aún desconocemos en gran parte y que debemos reconstruir.

Correoso se ajusta a una agenda profundamente democrática, participativa e inclusiva. Junto con Mateo Iturralde y Juan Mendoza logró establecer una alianza estratégica entre los intereses urbanos populares y los sectores agropecuarios del interior del país. En el marco de este programa político de unidad “nacional”, Correoso fortaleció la base educativa, de salud y producción. Incluso, Correoso propuso – a mediados del siglo XIX – la creación de una universidad, de una vía férrea, que uniera la geografía istmeña hasta la frontera con Costa Rica.

Siendo muy joven Correoso se sumó con entusiasmo al proyecto del Estado federal encabezado por Justo Arosemena. Percibía en el proyecto una oportunidad para volcar el enorme crecimiento económico impulsado por el desarrollo capitalista a favor de los sectores productivos de Panamá. En 1856 fue elegido Juez de Policía y le tocó actuar en los lamentables hechos de violencia conocida con el nombre del “incidente de la tajada de sandia”. Correoso levantó el parte policial y con una claridad prístina dejó para la posteridad el testimonio imparcial de los hechos. Correoso descubrió como la masa de viajeros que se dirigían a la California dorada se convirtieron en una turba de asaltantes que destruyó todo lo que encontraba en su camino. (González)

El informe de Correoso fue rechazado por EEUU que por razones políticas quería convertir el incidente en una excusa para continuar con su política depredadora en la región. El joven Correoso se percató en ese momento que Panamá se enfrentaba a un enemigo aún más peligroso que las elites que sólo pensaban en su proyecto de acumulación mercantil. Aun cuando el informe del juez Correoso contaba con el aval de los consulados en Panamá de Gran Bretaña y Francia, Bogota decidió someterse al naciente poderío norteamericano y aceptó pagar una exagerada indemnización exigida por Washington. (Correoso, 1886)

La visión de Correoso no se detuvo en reconocer el problema que representaba EEUU. Sin embargo, su preocupación principal giró siempre en torno a la cuestión “nacional” y en la forma en que debían aprovecharse los recursos del país para el desarrollo y bienestar de todos los panameños. Un Correoso más maduro a mediados de la década de 1860 preparó un análisis del contrato que Bogotá pretendía renegociar con la compañía norteamericana que operaba la próspera línea férrea transismica – que unía las ciudades portuarias de Panamá y Colon – inaugurada en 1855.

Los empresarios norteamericanos pretendían sacarle más provecho a los términos negociados con Colombia. Entre los cambios planteados querían una extensión del contrato por un período de 99 años. Correoso, además de rechazar las pretensiones norteamericanas, planteó la necesidad de convertir el ferrocarril en un instrumento para el desarrollo nacional. (Correoso, 1864)

En 1862 Correoso se lanzó de lleno en la política asumiendo responsabilidades militares. Combatió como oficial exitosamente en la batalla de río Chico donde liberales derrotaron a conservadores y muere trágicamente el gobernador conservador de la época, Santiago de la Guardia. En 1866, desde el exilio, Correoso encabezó un levantamiento contra el gobernador Gil Colunje quien fue derrocado. En 1868 nuevamente se levanta en armas y derrota a los conservadores en la batalla de Los Santos.

Sus proezas en el campo de batalla y sus escritos sesudos lo hacía la figura ideal para asumir responsabilidades políticas del más alto nivel. Asumió el Ejecutivo del Estado federal en tres momentos distintos, cada uno marcado por coyunturas significativas. Los liberales radicales representaban el fiel de la balanza entre los conservadores atrincherados en el altiplano neogranadino y los liberales comerciantes de las costas colombianas. En 1868 las fuerzas liberales de Santa Ana desplazaron a los golpistas militares del poder y colocaron a Correoso a cargo del ejecutivo en forma temporal. Posteriormente entre 1871 y 1872 asumió el mando provisional y pone en práctica el programa social de los liberales radicales.

En 1876 llegó nuevamente a la Presidencia del Estado federal después de sofocar una insurrección de fuerzas conservadoras. Su periodo de octubre de 1876 a diciembre de 1878, marcado por su intento de organizar el sistema educativo del país y, al mismo tiempo, impulsó las negociaciones de Bogotá con Francia para dar el primer paso hacia la construcción del Canal interoceánico de Panamá.

En la década de 1880 los liberales panameños y Correoso sufren una derrota humillante con la restauración encabezada por Rafael Reyes que acabó con la Constitución de Río Negro y la unión federal colombiana. Panamá regresó a su estado provincial sin capacidad de elegir a sus propias autoridades.

En 1885 Correoso hizo su última aparición política con motivo del levantamiento encabezado por el general Aizpuru quien pretende poner fin a los abusos de los conservadores en la provincia. Este capitulo terminó con la intervención de EEUU, el juicio espurio y ahorcamiento de Pedro Prestán, así como el encarcelamiento de Correoso y la dirigencia del liberalismo radical.

En el primer período – 1870 - que encabezó el ejecutivo panameño, Correoso creó la Escuela Normal de Varones, donde inició sus labores el educador Manuel Bravo. Era plenamente consciente de la importancia de la formación de la juventud. Ese mismo año preparó un programa para dar inicios a los estudios universitarios en el Istmo. Su esfuerzo, empero, no tuvo los resultados esperados. Hizo popular el dicho “sólo la educación salvará a nuestros pueblos de la incultura”. Las iniciativas de Correoso antecedieron la creación del Instituto Nacional, 30 años más tarde, y la Universidad de Panamá 50 años después.

En 1878 creó la Escuela Normal de Institutoras (o de Señoritas). Asimismo, levantó las primeras escuelas rurales y la primera escuela publica de Santa Ana. Durante su gobierno se preparó la primera legislación en materia educativa. En el mismo año creó la primera biblioteca pública de Panamá junto con Manuel Hurtado quien donó los primeros libros.

La lucha por la educación es uno de los aportes más importantes de Correoso. Era conciente del poder transformador de la educación y lo percibía como un instrumento emancipador del pueblo.

Existe un hilo conductor entre el liberalismo radical panameño del siglo XXI y el liberalismo popular de Belisario Porras durante el primer cuarto de siglo XX. Todo indica que la clave para entender ese nexo es la guerra civil colombiana llamada de los Mil Días. En la actualidad, no tenemos los suficientes elementos de juicio para definir ese encadenamiento y su significado.

En su momento, Hernán Porras diría que el 3 de noviembre de 1903 podía interpretarse como una especie de golpe de Estado conservador para recuperar su “hegemonía perdida”. Los liberales radicales de Buenaventura Correoso y la nueva generación de liberales “populares” de Belisario Porras habían consolidado un puente generacional para convertir a Panamá en un bastión liberal con un programa social que acabaría con los conservadores, sus terratenientes desfasados, mercantilistas y oscurantistas.

“El golpe de Estado” de 1903, sin embargo, se hizo bajo la protección de las “cañoneras” de EEUU. Los conservadores no fueron desplazados por los liberales populares pero tuvieron que hacerle concesiones casi terminales al “águila del Norte”. Correoso, ya enfermo, junto con el general Aizpuru y otros liberales sentaron su protesta en las sesiones de la Asamblea constituyente de 1904 contra el artículo que le daba poderes intervencionistas a EEUU. Rommel Escarreola afirma en el portal Panamá Educa del Ministerio de Educación que “el 28 de enero de 1904, junto a Sacrovir Mendoza, editó dos hojas volantes en la imprenta de El Lápiz, donde expresó su protesta pública por la inclusión del artículo 136 en la Constitución de 1904 el cual autorizaba al Ejército de Estados Unidos a intervenir en el territorio para garantizar la paz de la República de Panamá”.

A pesar de todo, los liberales populares llegaron al poder político en 1912, un año después de la muerte de Correoso. Sin embargo, tuvieron que desconocer el aporte de Correoso y el legado de los liberales radicales como otra concesión más a los norteamericanos. De igual manera, pretendieron dejar en el olvido a Victoriano Lorenzo, héroe mártir de la Guerra de los Mil Días.

El eslabón que une la historia panameña del siglo XIX con la del siglo XX sigue bajo un velo de misterio que urge desvelar para entender mejor los retos que nos presenta el siglo XXI. Sin duda, conocer la figura, la obra y el pensamiento de Buenaventura Correoso es fundamental. Sólo así podemos descubrir los eslabones que nos permitan reconstruir nuestra historia y garantizarle a las juventudes de las futuras generaciones los instrumentos para que hagan realidad el proyecto de nación anhelado por los panameños de los últimos dos siglos.

Bibliografía:

Buenaventura Correoso, 1864, Las reservas de la nación sobre el Ferrocarril de Panamá, Bogotá: Imprenta Echeverría Hermanos.

Buenaventura Correoso, 1886, “Los sucesos de Panamá”, ver en Rodrigo Miró, 1984, “Presentación y la revolución de 1885”, Revista Cultural Lotería, Nª340-341, julio-agosto.

Rommel Escarreola, s/f, “Bibliografía de Buenaventura Correoso”, Portal Educa Panamá, Panamá: Ministerio de Educación. bdigital.binal.ac.pa/BIOVIC/descarga.php?f.../BuenaventuraCorreoso.doc

Arminda González de Gutiérrez, 2008, “El Incidente de la Tajada de Sandia y Buenaventura Correoso”, Revista Cultural Lotería, Nº481, nov-dic.

Recomendaciones

1. Mediante resolución de la Junta de Síndicos de la Fundación debe llamarse Buenaventura Correoso un salón de lectura o de reuniones de la Biblioteca Nacional. En 1878 el presidente del Estado Federal de Panamá, Buenaventura Correoso, creó la primera Biblioteca pública del Istmo.

2. Mediante resolución municipal debe llamarse calle Buenaventura Correoso la calle 78 del Corregimiento de San Francisco que va desde la calle 50 hasta Vía Porras. A la vez, es la vía que da acceso directo al “Parque Omar” donde se encuentra la Biblioteca Nacional.

3. Mediante resolución del Consejo Académico de la Universidad de Panamá debe llamarse Cátedra Buenaventura Correoso las instancia encargada de estudiar, sistematizar y difundir la riqueza bibliográfica, sobre este insigne panameño, que contiene el archivo Belisario Porras en la Biblioteca “Simon Bolívar” de la Universidad de Panamá. La cátedra debe contar con un encargado, profesor nombrado por la VIP, quien promoverá actividades de investigación, extensión y docencia, así como un informe anual que se incorporaría a la memoria de la Rectoría.

4. Mediante resolución de la Junta directiva de la Lotería Nacional de Beneficencia convocar a un concurso para el mejor ensayo sobre la obra de Buenaventura Correoso, destacando su contribución al proyecto nacional y a la formación de la sociedad panameña. El concurso tendría premios y los mejores trabajos serían publicados en la Revista Cultural Lotería.

5. Mediante resolución del pleno de la Asamblea Nacional de Diputados bautizar el nuevo edificio de ese poder del Estado con el nombre de Buenaventura Correoso, colocando una copia del óleo de esta personalidad en el recinto, así como un busto en la entrada.

6. Mediante resolución del Consejo Académico de la Universidad de Panamá colocar en un lugar de honor copia del proyecto para crear la primera Universidad laica en Panamá, promovida por Buenaventura Correoso durante su presidencia del Estado federal en 1870.

7. Mediante la resolución municipal acordar la colocación de una placa en la Plaza de la Independencia de la ciudad de Panamá con el contenido de la protesta de Buenaventura Correoso por la inclusión del artículo 136 en la Constitución Política de la Republica de 1904.

14 de julio de 2011